Frágil, sumisa, hipersexualizada, insegura, infantil y triste, tremendamente triste. Así es el demoledor retrato de Marilyn Monroe que pinta Joyce Carol Oates en su novela 'Blonde', cuya polémica versión cinematográfica ha resucitado el mito con una crudeza bastante complicada de digerir.
Pero, más allá de esa Monroe mercantilizada y convertida en mero objeto sexual por una industria que la explotó menospreciando su valía humana y profesional, la película muestra a una Norma Jean devastada por un complicadísimo cuadro de problemas mentales que su psiquiatra, Ralph Greenson, no dudo en desvelar tras su fallecimiento.
"Cuando comenzaron a tratarla, en los años 50 del pasado siglo, se dijo que padecía esquizofrenia, depresión, etc. En...